El Vaticano ha decidido reducir al estado laical al padre Tomislav Vlasic, fraile franciscano vinculado a los orígenes de las apariciones de Medjugorje. La sanción no hacer referencia al fenómeno mariano de la diócesis bosnia de Mostar, que cada día gana en fieles y peregrinos.
La Santa Sede ha decretado la reducción al estado laical del padre franciscano Tomislav Vlasic. El fraile, trabajó en la iglesia de Santiago Apóstol de Medjugorje entre 1982 y 1985. Hacia 1986, «una mujer se cruzó en su vida, no se sabe con qué intenciones. Empezó a poner en duda los mismos mensajes de Medjugorje que tanto había defendido y finalmente decidió fundar algo así como una comunidad de vida consagrada a parte de todo derecho canónico y orden eclesiástico», según explica a ReL Jesús García, autor del libro «Medjugorge» (Libros Libres).
Fue entonces cuando, tanto la orden franciscana como el obispo de Mostar le dieron un toque de atención. Desobedeciendo a sus superiores, se marchó a Italia en 1994 y acabó por ser expulsado de la orden fundada por san Francisco de Asís.
La ratificación de la reducción al estado laical, decidida por la Santa Sede hace un año, según apunta García, prohíbe a Tomislav Vlasic ejercer cualquier tipo de ministerio público o hablar sobre temas religiosos, incluyendo las supuestas apariciones bajo pena de excomunión.
Ya en enero de 2008, la Congregación para la doctrina de la Fe impuso medidas cautelares y disciplinarias al padre Vlasic. Medidas que, según afirmó en un carta firmada en septiembre de 2008 el propio obispo de Mostar, monseñor Ratko Peric, «el religioso en cuestión no respondió, siquiera parcialmente, a las exigencias de obediencia eclesiástica requeridas por la muy delicada situación en la que se encuentra, justificándose en la celosa actividad que realiza en la diócesis de Mostar-Duvno y sus territorios vecinos, tales como la iniciación de actividades religiosas, construcción de edificios, etc.»
Aclaraciones y controversias
Antes de llegar a esta decisión, «la Santa Sede ha intentado en varias ocasiones recuperar a este hombre para el sacerdocio, cosa que según parece, ha resultado imposible. Sin embargo, la crisis vocacional del padre Tomislav Vlasic poco o nada tiene que ver con el evento de Medjugorje. De hecho, cuando en la parroquia de Medjugorje se empezaron a dar cuenta de sus problemas, le incitaron, tanto sus hermanos de orden como los propios niños videntes, a volver al camino marcado por la Iglesia», añade Jesús García, que recuerda que «por la parroquia de Medjugorje han pasado unos sesenta frailes desde 1981. El problema está en que hay intereses en hundir un lugar donde la gente reza, se confiesa y adora al Santísimo, donde los frailes visten de frailes y las monjas de monjas. Lo de las apariciones les da igual a los que difunden estas noticias y son capaces de utilizar hasta las miserias y debilidades de un hombre como arma arrojadiza».
Tanto García como el padre Francisco Verar, asesor espiritual del Movimiento María Reina de la Paz vinculado a Medjugorje, han destacado algunas inexactitudes y controversias en las primeras informaciones aparecidas sobre el caso.
Así, el padre Verar, señala en un comunicado que «el párrafo del decreto emitido por la Santa Sede donde menciona que el P. Tomislav Vlasic recibe ciertas sanciones ‘por difusión de doctrina dudosa, manipulación de conciencias, misticismo sospechoso’ no se refiere en manera alguna a la espiritualidad de Medjugorje».
Del mismo modo, Jesús García reseña que «definir al padre Tomislav Vlasic como el promotor de las apariciones de Medjugorje es una trampa, y dudar de los eventos que la Iglesia estudia allí por el ejemplo de este hombre es una injusticia para tantos y tantos fieles y sacerdotes de buena fe que rezan y trabajan por difundir lo que serán los mensajes de la Virgen María. Sería algo así como juzgar a Cristo por el ejemplo que dieron sus apóstoles. Que Judas le traicionara o que Pedro le negara, no significa que Cristo no fuese el Mesías, sino que los hombres son débiles incluso ante la evidencia de Dios en sus vidas».
La postura del Vaticano
La última postura oficial del Vaticano fue expresada por el cardenal Tarsicio Bertone en el libro «La última vidente de Fátima», en el que asegura que «están permitidas las peregrinaciones privadas y que los fieles cuenten con acompañamiento pastoral. Todos los peregrinos católicos pueden acudir a Medjugorje, lugar de culto mariano en el que es posible expresarse a través de todas las formas de la devoción». Es decir, la Iglesia sigue investigando los hechos y no se ha manifestado en contra del fenómeno mariano de Medjugorje, que cada vez tiene más fuerza.
Una fuerza que describe así García: «Durante más de 28 años, los eventos de Medjugorje han sido duramente atacados por todos los frentes imaginables: comunistas, científicos, periodistas, religiosos, laicos… ni un solo día de descanso ha habido sobre los eventos, y sin embargo, con todo en contra, en Medjugorje cada vez se reza más, se confiesa más y se adora más al Santísimo Sacramento del Altar. Crecen día a día las conversiones y cada vez son más personas, llegadas de toda la Tierra, que entran en la Iglesia Católica por esa puerta llamada Medjugorje, mientras que ninguno ha salido de la Iglesia por esa misma puerta».
García también añade que «esto no quiere decir que la Virgen María se aparezca o no se aparezca en Medjugorje, eso lo definirá la Santa Madre Iglesia cuando concluya su investigación, a día de hoy en curso. Pero desde luego quien no lo va a decir ni lo tiene que decir es ni la prensa británica anticatólica, ni ningún sacerdote secularizado, ni nadie más que no tenga nada que decir. Ni si quiera el obispo de Mostar, a quien la Santa Sede ha quitado dicha potestad sobre los eventos de Medjugorje».
(Nicolás de Cárdenas/ReL)
Fuente: www.religionenlibertad.com