He aquí el testimonio de conversión de Sor Emmanuel, explicado por ella misma: “A los 23 años no sentía deseos de ingresar en el mundo de la carrera. Para mí eso significaba la inmersión en la rutina de 8 horas de oficina por día, 11 meses del año…..Tenía la necesidad de respirar un aire diverso y sabía qué era para mí lo vital. Ciertamente, en aquella época vivía esa clase de vida que hoy hace a la Virgen llorar. Es cuando dice: ‘Oren por los jóvenes porque se encuentran en una difícil situación’ Si bien mi rechazo a esta sociedad atea, materialista, que en su superficialidad provocaba ansiedades, era absoluto, no tenía –sin embargo- la más mínima idea de cuál era la razón por la cual vivir. Por tanto, decidí salir de París para conocer otras sociedades, otros modos de vida. Me atraía la India. No era el tipo de atracción motivado por las drogas o por la búsqueda de un gurú, porque yo sabía en mi corazón que sólo Jesús tenía palabras de Vida Eterna. Era así que solía pasar largos períodos en Asia. Mis viajes se integraban bien con el trabajo. Pero… Dios no era el centro de mi vida. Como ejemplo valga esto: en ese entonces yo practicaba espiritismo y también astrología, lo que casi me costó la vida.
En el 73 llegaban las primeras oleadas de la Renovación Carismática a Francia y fue para mí ¡maravilloso! Siempre había buscado cristianos que viviesen como aquellos que nos relatan los Hechos de los Apóstoles y ¡finalmente los encontraba! En Pentecostés tuve una experiencia sobrecogedora con el Dios vivo, decidiendo aquel mismo día darle mi vida a Dios. Todo comenzaba a cambiar dentro y alrededor mío, y –desde entonces- la alegría del Reino de Dios no me abandonaría más. Inmediatamente después de eso, cada uno de mis hermanos y mis hermanas y también mi madre pasaron por la misma experiencia, y ello sanó a toda la familia en profundidad, volviéndola un lugar de gran comunión; mi pequeño piso se transformó en un lugar de evangelización. Tres años más tarde, Jesús me dio la gracia de llamarme durante una adoración silenciosa: Él quería ser mi esposo. Después de unos minutos el pacto estaba hecho. Poco tiempo después descubría la Comunidad de ‘El León de Judá’ (ahora llamada ‘de las Bienaventuranzas’), que acababa de ser fundada. Jesús me enseñó que me quería allí.”
El mismo fundador de las Bienaventuranzas reconoce que la misión de Sor Emmanuel es una respuesta directa a la llamada que la Virgen hizo a su comunidad. Cuando los miembros “de las Bienaventuranzas” fueron por vez primera a Medjugorje, durante la Aparición del 23 de agosto de 1983, por medio de la vidente Marja Pavlovic, nuestra Señora dijo: “Yo misma los he invitado a cada uno de ustedes a este lugar porque necesito que transmitan mis mensajes a todo el mundo”.
El Arzobispo Mons. Franic ha expresado lo siguiente: “Sor Emmanuel posee verdaderamente el carisma de la claridad y de la convicción para explicar los mensajes de la Gospa y de lo que está ocurriendo en Medjugorje.”
Las videntes Vicka y Marja concuerdan con el juicio de Mirjana: “Sor Emmanuel habla de un modo bello a los peregrinos acerca de los mensajes de la Santísima Madre. Ella elige el modo que le agrada a la Gospa, simple y con el corazón!”
Para todos aquellos que acudimos a Medjugorje esperando ver fenómenos sobrenaturales, sirva de ejemplo el testimonio de esta hermana que en una reciente visita a la ciudad de Barcelona declaró: “Llevo viviendo en Medjugorje, gracias a Dios, más de quince años; en todo este tiempo no he visto a la Virgen, no he visto bailar el sol, no he olido fragancia a rosas, no he visto la cruz del Krizevak en llamas; mas no necesito de ninguno de estos signos para seguir creyendo firmemente que Nuestra Madre, La Gospa, se aparece aquí.”