Mensaje del 25 de marzo de 2025

“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia en el que estáis llamados a la conversión, os animo, hijitos, a ofrecerme vuestras oraciones, sufrimientos y lágrimas por la conversión de los corazones que están lejos del Corazón de mi Hijo Jesús. Orad conmigo, hijitos, porque sin Dios no tenéis futuro ni vida eterna. Os amo, pero sin vosotros no os puedo ayudar. Por eso, decid sí a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamada”