Queridos amigos, el pasado mes de enero la Virgen nos dijo: “El hombre moderno no quiere saber de Dios”. Sin embargo, Ella sabe que sin Dios sus hijos están perdidos. Queremos reconfortar su corazón de Madre y, enjugando sus lágrimas, proclamar con todas nuestras fuerzas:
“¡Oh, Jesús resucitado, eres bienvenido en nuestros corazones, en nuestras familias, en nuestras vidas! Ven a reinar en nosotros. ¡Gracias por haber obtenido tu victoria sobre el pecado y la muerte a tan alto precio! ¡Cuánto nos alegramos de recibir tu paz divina, ese don tuyo que supera todo bien! ¡Gloria a Ti, oh Cristo! ¡Gloria a tu Resurrección! ¡Qué felicidad la nuestra al tener semejante Salvador! ¿Qué sería de nosotros sin Ti?
Estás a la puerta de cada uno de nosotros y llamas… ¡Entra, Señor Jesús! ¡No mires nuestros embrollos! ¡Entra y quédate con nosotros! porque el día se acaba, la noche cae sobre el mundo, ¡y sólo
Tú disipas las tinieblas!
¡Tú eres la Luz del mundo y queremos adorarte!
¡Gloria a Ti, oh Jesús, gloria a tu Resurrección!
Vuestra hermana, Emmanuel +