Puesto que las apariciones, visiones y mensajes de Medjugorje pertenecen a la revelación extra bíblica, la competencia de la Iglesia para juzgar su autenticidad es en cierto modo diferente que en la revelación bíblica. El Magisterio de la Iglesia tiene una garantía directa de infalibilidad sólo en relación a la revelación bíblica y sólo una garantía indirecta respecto a una revelación extra bíblica. Si la segunda fuese contraria a la bíblica, con toda seguridad sería falsa. En otros casos, existen otros criterios según la veracidad que se pueden atribuir a ciertas revelaciones sobrenaturales. Estos criterios son primeramente condiciones científicas. Algo que es falso según la razón, no puede ser auténtico en una revelación. Con relación al trabajo serio y experto de científicos en lo individual, en primer lugar, de la comisión internacional médico/teológica y de otros equipos científicos calificados, se ha establecido claramente que en las apariciones de Medjugorje no hay nada contrario a la ciencia. Las apariciones no son contrarias a la razón, sino que están por encima de la razón. De igual modo, ni una sola de las comisiones teológicas ha encontrado algo en las apariciones de Medjugorje que sea contrario a la Fe. Incluso la última comisión, establecida por la Conferencia Episcopal Yugoslava, declaró únicamente que todavía no ha llegado a las pruebas necesarias para la sobrenaturalidad de las apariciones de Medjugorje y que, por tanto, continuará con mayores investigaciones. A través de ello confirmó, al mismo tiempo, que no encontró en ellas cosa alguna que sea contraria a la revelación bíblica y a la Fe. Cuando Dios da una revelación, bíblica o extra bíblica, siempre da la capacidad a la persona de reconocerla o al menos la certeza moral de que dicha revelación es auténtica.
Es muy importante que la gente sencilla haya reconocido fácilmente la revelación de Dios en el fenómeno Medjugorje y que la haya aceptado, no sólo en teoría sino también en su vida práctica. La palabra de Cristo se hace verdad aquí: “Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de Dios” (Mt 18,3). La cualidad propia de un niño es, antes que nada, la apertura a la verdad. Por otro lado, incluso quienes rehúsan aceptar la veracidad de las pruebas de Medjugorje, sin saberlo la aceptan porque su postura y sus argumentos muestran que las pruebas provienen de otra área de interés más que de Medjugorje. Adicionalmente, los oponentes de Medjugorje son, a este respecto, un puñado de gente identificada. Sus argumentos consisten en engaños, mentiras e ignorancia respecto de lo que están juzgando. En contraste con ellos, hay millones de personas que tienen las pruebas de la autenticidad de las apariciones de Medjugorje incluso en su experiencia personal con Dios y también en la falta de argumentos contra las mismas. Aquí podemos hablar del sensus fidelium que es comúnmente un locus theologicus de la revelación y de la Fe. Los evidentes y abundantes frutos de la Fe, conversión, oración y una profunda renovación espiritual de la Misa, dan un impulso especial a las pruebas en favor de las apariciones de Medjugorje. Incluso los opositores de Medjugorje no pueden cuestionar esto. Lo atribuyen a la Fe y no a las apariciones de Medjugorje. No tienen dudas de que se trata de frutos de la Fe. ¿Por qué dichos frutos son insólitos y por qué están claramente ligados a Medjugorje? ¿Por qué no se encuentran en otros lugares ni en otros santuarios o catedrales, lugares ordinarios de peregrinación? La cuestión está precisamente en que lo extraordinario y la gran multiplicidad de los frutos de Fe deben tener una razón propia. A este respecto, los oponentes se comportan como los judíos cuando atribuían a Belcebú y no a Jesús arrojar fuera a los demonios. Cuando no pudieron negar el hecho porque era obvio, negaron su verdadera causa.
En todo este asunto, adicionalmente al criterio evangélico de que al buen árbol se le conoce por sus buenos frutos, la postura de Juan Pablo II fue decisiva. Y ésta es absolutamente clara. Él la expresó en diversas ocasiones cuando, al ser preguntado por muchos obispos si debían o no ir en peregrinación a Medjugorje, no sólo los alentó sino también se encomendó a sus oraciones en Medjugorje. En ocasión de su visita ‘ad limina’, el presidente de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, el arzobispo Kim, saludó al papa Juan Pablo II con las siguientes palabras, “Santo Padre, gracias a Ud., Polonia pudo ser liberada del comunismo.” El Papa lo corrigió y le dijo, “No, no gracias a mí, es obra de la Virgen como lo afirma en Fátima y en Medjugorje” (Catholic News, The Korean Catholic Weeklly, Noviembre 11 de 1990). Todo está contenido en lo que el Papa y la Iglesia dicen sobre las apariciones de Medjugorje. De ello se desprende que la Virgen está en Medjugorje y que allí anunció la destrucción del comunismo. Las demás historias carecen de seriedad y por razones ajenas a la religión, pretenden oscurecer la verdad sobre Medjugorje y apartar al mundo de la aceptación de los mensajes evangélicos de la Virgen.
DECLARACIÓN DE LA CONFERENCIA DE OBISPOS DE LA EX YUGOSLAVIA ACERCA DE MEDJUGORJE
En la sesión ordinaria de la Conferencia Episcopal de Obispos de Yugoslavia en Zadar, del 9 al 11 de abril de 1991, fue adoptado lo siguiente:
DECLARACIÓN
Los obispos, desde el mismo comienzo, han venido siguiendo los acontecimientos de Medjugorje a través del Obispo de la diócesis (Mostar), la comisión de Obispos y la comisión sobre Medjugorje, de la Conferencia de Obispos de Yugoslavia.
Basándose en las investigaciones hasta ahora realizadas, no puede afirmarse que se esté tratando de apariciones sobrenaturales y revelaciones.
Sin embargo, las numerosas reuniones de fieles que, desde diferentes partes del mundo acuden a Medjugorje, inspirados tanto por motivos de fe como por otros varios, requieren la atención y el cuidado pastoral, primeramente del Obispo diocesano, y con él, también de los demás obispos, para que, en Medjugorje y en todo lo que esté relacionado con ello, sea promovida una sana devoción a la Bienaventurada Virgen María, de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia.
Para este propósito, los obispos darán directrices litúrgico-pastorales apropiadas. Asimismo, a través de su comisión, continuarán manteniéndose cercanos, e investigando todo cuanto acontece en Medjugorje.
En Zadar, 10 de abril de 1991.
Los Obispos de Yugoslavia
ALGO MÁS DEFINITIVO ACERCA DE MEDJUGORJE
Comentario editorial de Glas Koncila, periódico católico oficial nacional de Croacia, Zagreb, 5 de mayo de 1991, pág. 2.
La última declaración de los obispos católicos de las Repúblicas Socialistas Federales de Yugoslavia acerca de Medjugorje es el clásico ejemplo de la antiquísima práctica centenaria de la auténtica prudencia eclesiástica. Es la demostración de que la Iglesia, por encima de todo, respeta los hechos, de que mide cuidadosamente sus competencias, y que en cualquier asunto se interesa sobre todo por el bien de los fieles.
Es un hecho conocido de todos que, debido a las noticias acerca de las apariciones de la Virgen, ya casi desde hace 10 años, tanto gente creyente como inquiridora se ha reunido en Medjugorje. La pregunta es si es un hecho real que la Madre de Dios se está apareciendo y dando mensajes. Los Obispos, agarrándose cuidadosamente a su competencia, declaran que “Basándose en las investigaciones hasta ahora, no puede afirmarse.”
El contenido y el significado de esa declaración ha de considerarse en dos niveles. En este caso, el primer y esencial nivel es que los contenidos de unas tales posibles llamadas así, revelaciones privadas, no pueden ser añadidas a los contenidos de la fe, revelados y obligatorios. Por consiguiente, ni los Obispos ni el mismo Papa tienen autoridad, ni para concluir infaliblemente que la Virgen se ha aparecido realmente en algún sitio, ni para imponer a los fieles que crean que se ha aparecido. El Magisterio de la Iglesia es infalible bajo unas condiciones bien conocidas, sólo cuando afirma que alguna cosa está o no contenida en aquella Revelación que la Iglesia recibió a partir del final de la época apostólica, y que está preservado en la Escritura y la Tradición. Todo aquello que no esté incluido, ni en la Escritura ni la Tradición, el Magisterio no puede proclamarlo ni como doctrina de fe ni como una proposición que deba ser creída bajo obligación. De acuerdo con ello, únicamente quienes no estuvieran formados podrían esperar de los Obispos que resolvieran la cuestión de las apariciones de Medjugorje para nosotros, para así conocer exactamente qué podemos o no creer acerca de todo ello.
Pero, por otra parte, ¿Por qué tienen tanto cuidado al investigar todos los datos?, porque tienen la obligación de establecer que tanto lo que tiene lugar ahí como lo que se proclama desde allí, está de acuerdo con la totalidad de la verdad revelada, de la fe y de la doctrina moral. Si se establece que no existe nada contrario, que las revelaciones y mensajes se encuentran de acuerdo con la fe y la moral católicas, ellos, como quienes tienen la mayor responsabilidad en la Iglesia, podrían proclamar que no hay ninguna objeción a las reuniones de fieles en este lugar ni al desarrollo de la vida espiritual de acuerdo con el sentido de esos mensajes. Por el contrario, sería su obligación exponer errores y prevenir abusos. Las expresiones pertinentes en la nueva declaración muestran que las investigaciones se están continuando en este sentido.
Pero el acento principal de la Declaración demuestra que nuestros obispos están pendientes de ello, dándose por enterados del hecho de la reunión de tan gran cantidad de creyentes y de otros que se preguntan por los hechos, en Medjugorje, y que consideran es su tarea el asegurar que tan gran cantidad de personas reunidas allí, reciban una correcta proclamación de la fe, una catequesis en la doctrina ortodoxa, y puesta al día, de forma que los santos sacramentos sean administrados correcta y dignamente, en ese lugar, y especialmente de que la devoción mariana de Medjugorje se desarrolle de acuerdo con la ortodoxia cristiana. Esta postura es la novedad real de este documento.
Seguramente, como manifiesta el documento mismo, se podría esperar, para las celebraciones solemnes en Medjugorje, apropiadas directrices litúrgico-pastorales. La propuesta, hecha ya hace tiempo, que incluso fue enfatizada en Glas Koncila, de este modo puede ser realizada, a saber, que el cuidado pastoral de los Obispos hacia Medjugorje pasa por dos comisiones. Una debería seguir investigando si hay o no apariciones sobrenaturales, o revelaciones, y la otra tendría que ocuparse de la labor pastoral de las reuniones de Medjugorje, apropiadas y sanas. Es así, puesto que es realmente posible, como la primera de esas comisiones podría seguir investigando durante largo tiempo, e incluso quizás podría decidir no publicar su opinión final, mientras que la atención a quienes acuden no puede posponerse, dado que vienen continuamente.
Para muchas personas devotas de todo el mundo, esta declaración puede servirles como un alivio de la conciencia. Aquellos que, por supuesto acuden a Medjugorje motivados por su creencia, pueden saber ya desde ahora que estas reuniones de fieles están al amparo del cuidado pastoral directo y responsable de los sucesores de los apóstoles.
DISCURSO SOBRE MEDJUGORJE DURANTE LA VI SESION DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE BOSNIA-HERZEGOVINA
Sarajevo, VII (CX), 3, Sarajevo 1996, pág. 171.
Los días 2 y 3 de julio de 1996 tuvo lugar en Sarajevo la VI sesión de la Conferencia Episcopal de Bosnia-Herzegovina. Participaron en ella todos sus miembros: el presidente, cardenal Vinko Puljic, el obispo de Banja Luka Franjo Komarica, el obispo de Mostar Ratko Peric y el obispo auxiliar de Sarajevo Pero Sudar. De esta sesión daremos a conocer solamente el texto relativo a las apariciones de la Virgen en la parroquia de Medjugorje:
“El Obispo de Mostar ha informado a la Conferencia acerca de las cartas oficiales de la Congregación para la Doctrina de la Fe enviadas a dos obispos franceses con respecto a las peregrinaciones a Medjugorje. En las cartas se dice, entre otras cosas, que las peregrinaciones oficiales a Medjugorje, entendido como un lugar de apariciones marianas auténticas, no pueden ser organizadas a nivel parroquial, ni diocesano, puesto que esto estaría en contradicción con lo afirmado por los obispos de la ex-Yugoslavia en la propia declaración del 10 de abril de 1991 (ver Glas Koncila, 30-6-1996). Los obispos han tomado acta de esta posición de la Iglesia para la gestión de sus propias diócesis.”
EL OBISPO FRANCÉS Y LA CONGREGACIÓN DEL VATICANO A PROPÓSITO DE MEDJUGORJE
El obispo de Langres en Francia, monseñor Léon Taverdet se dirigió a la Sede Apostólica el 14 de febrero de 1996 para preguntar acerca de la posición de la Iglesia con respecto a Medjugorje y si estaba permitido acudir en peregrinación a aquel lugar. La Congregación de la Santa Sede para la Doctrina de la Fe dio una respuesta por medio de su propio secretario Tarcisio Bertone. Damos a conocer integralmente su respuesta:
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
Vaticano, 23 de marzo de 1996
No. prot. 154/81-01985
Su Excelencia,
En su carta del 14 de febrero de 1996 nos ha preguntado acerca de la posición actual de la Iglesia con respecto a las presuntas “apariciones de Medjugorje” y si estaba permitido a los fieles cristianos acudir en peregrinación a ese lugar.
En cuanto a esto, tengo el honor de informarle que los Obispos de la ex-Yugoslavia en la Declaración de Zadar, el 10 de abril de 1991, han establecido lo siguiente con respecto a la autenticidad de las apariciones en cuestión:
“… En conformidad con las investigaciones hasta ahora realizadas, no se puede afirmar que se trate de apariciones o fenómenos sobrenaturales.
Sin embargo, los numerosos peregrinos que acuden a Medjugorje impulsados por la fe o por otros motivos requieren la atención y el cuidado pastoral del obispo de la diócesis, pero también de otros obispos, a fin de que en Medjugorje sea alentada una devoción hacia la Bienaventurada Virgen María en armonía con la enseñanza de la Iglesia.
Para lograr este objetivo, los obispos habrán de emitir particulares directivas litúrgico-pastorales. Además, la Comisión por medio de ellos continuará su labor de seguir y analizar todos los eventos de Medjugorje.”
De lo anteriormente mencionado resulta que las peregrinaciones oficiales a Medjugorje, entendido como un lugar de apariciones marianas auténticas, no pueden ser organizadas a nivel parroquial, ni diocesano, puesto que esto estaría en contradicción con lo afirmado por los Obispos de la ex-Yugoslavia en la Declaración susodicha.
Su Excelencia, reciba usted mis más cordiales saludos.
+ Tarcisio Bertone
LA ULTIMA DECLARACIÓN DEL VATICANO SOBRE MEDJUGORJE
A partir del mes de junio de 1996, numerosos medios de información han declarado en todo el mundo que el Vaticano había prohibido las peregrinaciones a Medjugorje. El portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls ha desmentido inmediatamente la noticia. Sin embargo, debido a que existían otras dudas relativas a la posición del Vaticano con respecto a Medjugorje, el portavoz de la Santa Sede ha hecho inmediatamente algunas aclaraciones. Damos a conocer integralmente su intervención.
ESTA OFICIALMENTE PERMITIDO A CADA UNO EN PARTICULAR VISITAR MEDJUGORJE
Catholic News Service
Si bien el Vaticano no haya dicho jamás a los católicos que no pueden acudir a Medjugorje, ha dicho a los obispos que sus parroquias y sus diócesis no pueden organizar peregrinaciones oficiales al lugar donde se están verificando las supuestas apariciones, ha declarado el portavoz del Vaticano.
“No se puede decir a la gente que no vaya hasta que no se demuestre que las apariciones son falsas. Esto aún no ha sido demostrado y, por tanto, quien desee ir puede hacerlo” – ha declarado el portavoz Joaquín Navarro-Valls a la agencia de prensa católica (Catholic News Service) el 21 de agosto de 1996.
Ha agregado que cuando un católico acude a algún lugar, tiene derecho a una asistencia espiritual; la Iglesia, por lo tanto, no impide a los sacerdotes guiar los viajes a Medjugorje en Bosnia-Herzegovina organizados por laicos, de igual manera, no les prohibe acompañar a los grupos de católicos que desean visitar la República Sudafricana.
Navarro-Valls ha vuelto a afirmar que “nada ha cambiado” con respecto a la posición sobre Medjugorje.
A principios de junio, un periódico francés ha referido acerca de unos extractos de una carta acerca de las peregrinaciones a Medjugorje, escrita por el secretario de la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe en respuesta a la interpelación puesta por un obispo francés.
La carta del arzobispo Tarcisio Bertone de la Congregación para la Doctrina de la Fe refería una declaración de 1991 de los obispos de la ex Yugoslavia en la que se decía que después de las investigaciones efectuadas en aquel momento “no es posible confirmar se trate de apariciones o fenómenos sobrenaturales”.
“Sin embargo”, – dijeron los obispos, y el arzobispo Bertone lo ha repetido – “las numerosas reuniones de fieles que acuden a Medjugorje requieren la atención y el cuidado pastoral de la Iglesia”.
Después de haber mencionado la declaración de 1991, el arzobispo Bertone escribió: “De lo anteriormente mencionado resulta que las peregrinaciones oficiales a Medjugorje, entendido como un lugar de apariciones marianas auténticas, no pueden ser organizadas a nivel parroquial, ni diocesano, puesto que esto estaría en contradicción con lo afirmado por los Obispos de la ex Yugoslavia en la declaración susodicha.”
Navarro-Valls ha declarado: “Cuando se lee lo que ha sido escrito por el arzobispo Bertone se podría pensar que de ahora en adelante todo está prohibido y que los católicos no tienen la posibilidad de acudir a Medjugorje.”
En realidad, “no ha cambiado nada y no ha sido dicho nada nuevo” – ha declarado el portavoz de la agencia de prensa católica (CNS).
“El problema está en el hecho de que si se organizan peregrinaciones sistemáticamente, se organizan con el obispo y la iglesia, entonces de este modo se da un veredicto canónico acerca de los eventos de Medjugorje, que la Iglesia aún está investigando.”
“Esto es diferente del hecho de acudir en grupo con un sacerdote que también puede realizar las confesiones” – ha agregado el portavoz.
Navarro-Valls ha afirmado que él aclara todo esto puesto que “lamentablemente lo que ha dicho el arzobispo Bertone podría ser interpretado en un sentido restrictivo. La Iglesia o el Vaticano, ¿han dicho “no” a Medjugorje? No”.
DECLARACIONES DEL DIRECTOR DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA SANTA SEDE, DR. JOAQUíN NAVARRO-VALLS, SOBRE LAS PEREGRINACIONES A MEDJUGORJE
“No se ha emprendido ningún hecho nuevo en relación con ello.
Como en otras ocasiones previas se ha planteado, en estos casos, el respeto hacia la inmediata competencia del episcopado local ha sido obligatorio.
Con respecto a esto, el 10 de abril de 1991, los Obispos de la ex-Yugoslavia declararon: “…Basándose en las investigaciones hasta ahora realizadas, no puede afirmarse que se trata de apariciones sobrenaturales y revelaciones.
Sin embargo, las numerosas reuniones de fieles que, desde diferentes partes del mundo acuden a Medjugorje inspirados tanto por motivos de fe como por otros varios, requieren la atención y el cuidado pastoral, primeramente del Obispo diocesano, y con él, también de los otros Obispos, para que, en Medjugorje y en todo aquello que esté relacionado con ello, sea promovida una sana devoción a la bienaventurada Virgen María de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia …”
Se debe todavía enfatizar repetidamente la indispensable necesidad de continuar la búsqueda y la reflexión, además de la oración, delante de cualquier presumible fenómeno sobrenatural, en tanto no haya una declaración definitiva.”
Bolletino No.233- 19 de junio de 1996.
La Congregación para la Doctrina de la Fe SOBRE MEDJUGORJE
La Congregación para la Doctrina de la Fe envió una carta (ver más abajo) a Monseñor Gilberto Aubry, obispo de la Réunion, explicando claramente su posición acerca de Medjugorje. El recibió la carta el día 24 de junio, y el día 25 la envió a todos los sacerdotes y comunidades religiosas de su diócesis (circular núm. C003), a fin de que estuvieran en conocimiento de la posición más reciente de Roma y, si acaso es necesario, de que se diera a conocer este caso a todos los fieles.
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA Y LA FE
CIUDAD DEL VATICANO, PALACIO DEL SANTO OFICIO
Pr. Núm. 154/81-06419 (transcripción del original)
28 de mayo de 1998
A Su Excelencia, Monseñor Gilberto Aubry,
obispo de Saint-Denis de la Réunion
Su Excelencia,
En su carta del 1 de enero de 1998, Ud. sometió a este Dicasterio diversas cuestiones concernientes a la posición de la Santa Sede y del obispo de Mostar con respecto a las así llamadas apariciones de Medjugorje, a las peregrinaciones privadas y al cuidado pastoral de los fieles que acuden a este lugar.
A este respecto – tomando en cuenta que me es imposible responder a cada una de las preguntas planteadas por Ud, Su Excelencia, – primeramente me gustaría precisar que no es habitual que la Santa Sede asuma, en primera instancia, una posición propia ante los supuestos eventos sobrenaturales. Este Dicasterio, por tanto, en lo que concierne a la autenticidad de las “apariciones”, simplemente se atiene a lo establecido por los obispos de la ex Yugoslavia en la Declaración de Zadar, el 10 de abril de 1991: “…Sobre la base de las investigaciones hasta ahora realizadas, no es posible afirmar que se trate de apariciones y revelaciones sobrenaturales” Después de la división de Yugoslavia en diversas naciones independientes, les correspondería actualmente a los miembros de la Conferencia Episcopal de Bosnia-Herzegovina, eventualmente, investigar de nuevo este caso y, en último caso, dar nuevas DECLARACIONES.
Con respecto a lo que declaró Su Excelencia, Monseñor Peric, en una carta al Secretario General de “Familia Cristiana”, en la cual él afirma: “mi convicción y posición no es únicamente “Non constat de supernaturalitate” sino también “constat de non supernaturalitate” de las apariciones y revelaciones de Medjugorje”, debe considerarse como una convicción personal del obispo de Mostar, quien, en tanto obispo local, ha tenido siempre el derecho de expresar lo que ha sido y continúa siendo su opinión personal.
En lo que concierne a las peregrinaciones de índole privada a Medjugorje, esta Congregación considera que están permitidas bajo la condición de que no se consideren como un reconocimiento de los eventos en curso, los cuales exigen aún una investigación de la Iglesia.
Con la esperanza de haber dado una respuesta satisfactoria al menos a las principales preguntas planteadas a este Dicasterio, Le ruego, Excelencia, recibir la expresión de mis más profundos sentimientos de respeto.
Monseñor Tarcisio Bertone
(Secretario de la “Congregación” que preside el Cardenal Ratzinger)
ÚLTIMA DECLARACIÓN DEL VATICANO SOBRE MEDJUGORJE
CIUDAD DEL VATICANO, martes 13 de abril de 2010 (ZENIT.org)
La Santa Sede dio a conocer este martes los nombres de los miembros de la comisión internacional constituida el pasado 17 de marzo para investigar sobre Medjugorje, así como el inicio de su actividad.
“La Comisión Internacional de investigación sobre Medjugorje se reunió para su primera sesión el 26 de marzo de 2010”, explica un comunicado de la Oficina de Información de la Santa Sede.
“Como ya ha sido anunciado, el trabajo de la Comisión se desarrollará en rigurosa reserva -indica el texto-. Las conclusiones serán presentadas a las instancias de la Congregación para la Doctrina de la Fe”, que después tomará las decisiones del caso.
La comisión está presidida por el vicario general emérito del Papa para la diócesis de Roma, el cardenal Camillo Ruini.
Sus miembros son el prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Jozef Tomko; el arzobispo de Vrhbosna y presidente de la Conferencia Episcopal de Bosnia y Herzegovina, el cardenal Vinko Puljić; el arzobispo de Zagreb y vicepresidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), el cardenal Josip Bozanic.
También el presidente emérito del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, el cardenal Julián Herranz; el prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, monseñor Angelo Amato, SDB; el psicoanalista y especialista en Psiquiatría social, monseñor Tony Anatrella.
Y el profesor de Teología Fundamental en la Facultad Teológica de la Italia Septentrional, monseñor Pierangelo Sequeri; el consultor del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos A. Maria David Jaeger, OFM; el relator de la Congregación de las Causas de los Santos Zdzisław Józef Kijas, OFM Conv., y el profesor de Mariología en la Facultad Pontificia Teológica Marianum Salvatore M. Perrella, OSM.
El profesor de Antropología Teológica en la Universidad Pontificia Lateranense Achim Schütz, en calidad de secretario, y el oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe monseñor Krzysztof Nykiel en calidad de secretario adjunto.
En los primeros trabajos de la comisión también han participado algunos expertos: el profesor de Teología Fundamental en Sarajevo Franjo Topic; el profesor de Psicología y Psicología de las Religiones en la Instituto Filosófico y Teológico de la Compañía de Jesús en Zagreb Miji Nikic, SI; el profesor de Espiritualidad en la Universidad Pontificia Gregoriana Mihály Szentmártani, SI, y la profesora de Teología en Rijeka Verónica Nela Gaspar.
La comisión está estudiando el fenómeno de Medjugorje, que se ha convertido en un lugar al que millones de personas peregrinan desde el año 1981 atraídos por las “apariciones” de la Virgen María en esta pequeña aldea de Bosnia-Herzegovina.
Se constituyó hace casi un mes, después de que la comisión diocesana en Móstar para investigar esas apariciones considerara que el fenómeno iba más allá de las competencias de la diócesis y de que la entonces (en el año 1991) Conferencia Episcopal de Yugoslavia no llegara a ninguna conclusión sobre la cuestión de la sobrenaturalidad o no de lo que sucedía.
Los obispos habían destacado la necesidad de asistir a nivel pastoral, bajo la responsabilidad del párroco y del obispo local, a todos aquellos que se dirigen a rezar en este lugar, y habían pedido a la Congregación para la Doctrina de la Fe que tomara en sus manos la situación.
En noviembre del año pasado, el arzobispo de Sarajevo y presidente de la Conferencia Episcopal Bosnia, el cardenal Vinko Puljić, expresó su deseo de que la Santa Sede diera indicaciones “sobre la constitución de una comisión que siga el fenómeno, registrando los contenidos de las apariciones y de los mensajes, teniendo en cuenta que hasta hoy son más de treinta mil”.