Comentario del mensaje del 2 de febrero de 2015 (P. Gustavo Jamut)

“Queridos hijos, aquí me tenéis. Estoy aquí entre vosotros, os miro, os sonrío y os amo como solo una Madre puede hacerlo. A través del Espíritu Santo, que viene por medio de mi pureza, veo vuestros corazones y los ofrezco a mi Hijo. Desde hace tiempo, os pido que seáis mis apóstoles y que oréis por quienes no han conocido el amor de Dios. Pido la oración hecha con amor, que realiza obras y sacrificios. No perdáis el tiempo en pensar si sois dignos de ser mis apóstoles. El Padre Celestial juzgará a todos, pero vosotros amadle y escuchadle. Sé que todo esto os confunde, como también mi permanencia entre vosotros, pero aceptadla con gozo y orad para comprender que sois dignos de trabajar para el Cielo. Mi amor está en vosotros. Orad para que mi amor venza en todos los corazones, porque este es un amor que perdona, da y nunca termina. ¡Os doy las gracias!”

Oremos:

“Virgen María, Reina de la Paz, gracias por confirmarnos tu cercanía, al decirnos en este mensaje: ‘aquí me tienen. Estoy aquí entre ustedes’.

Tu presencia, tu cercanía, tu mirada, y tu sonrisa, me ayudan a abrirme a la oración y a percibir tu amor tan profundo, como solo una Madre puede dar.

Virgen Santa, hoy te pido que con la ayuda de tu oración intercesora, me ayudes a percibir también la presencia del Espíritu Santo, que viene a morar en mí corazón. Ayúdame a ofrecerme totalmente a Dios, sin reservarme nada egoístamente para mí mismo.

Por medio de la fuerza espiritual que brota de tus mensajes y de tu bendición materna, ayúdame a ser apóstol tuyo y de tu Hijo Jesucristo, uniéndome a tu oración por todos aquellas personas que no han conocido el amor de Dios.

Con tu delicada ternura, sana cualquier sensación de indignidad, que frena en mí el deseo de ser apóstol tuyo.

Con tu ayuda, hoy me propongo, amar y escuchar lo que tu Hijo tiene para decirme, lo que él quiera hacerme ver, aceptando todo con gozo, dispuesto a trabajar cada día en la tierra, para que lleguemos al cielo. Amén.”

P. Gustavo Jamut