Obispos Peruanos de Visita en Medjugorje
Como lo anunciamos en el Boletín núm. 176, del 4 al 6 de julio, visitaron de manera privada Medjugorje: Mons. Gerard Anton Zerdin, ofm, misionario y obispo auxiliar en San Ramón, miembro de la Provincia Franciscana Santos Cirilo y Metodio con sede en Zagreb, y Mons. Julio Ojeda Pascual, ofm, obispo de San Ramón, del Perú.
Mons. Julio Ojeda Pascual dijo a propósito de sus impresiones:
“Me siento feliz por haber podido venir a este país. Por primera vez oí hablar de las apariciones a través de las noticias que nos dio el Padre Gerard y otros sacerdotes franciscanos que viven en el Perú. Para mí era un nombre extraño como tantos otros y estaba escéptico, pero pude ver conversiones y eso fue lo que me impresionó mayormente. He venido gracias a los franciscanos de Zagreb, que me invitaron para que viniera de visita. Se presentó la posibilidad de venir a Medjugorje y así lo hice. Veo a tanta gente que viene a este lugar, que desean acercarse a Jesús por medio de María. Agradecemos a Dios que nos ha dado a María que honramos como Madre de Dios y que siempre nos conduce a Jesús.
La naturaleza es aquí muy hermosa, la vegetación, los montes, hay mucha piedra; es un estímulo a la experiencia espiritual. Es como la imagen del hombre pecador que quizás es duro como la piedra del cual debe germinar la vegetación con ayuda de la gracia de Dios. Creo en la gracia de la oración en el camino espiritual del hombre hacia Dios. En esta peregrinación pude implorar la gracia de que hayan más obreros para la cosecha de Dios. La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. A muchos lugares algunas personas acuden impulsadas por la fe, y a otros por la curiosidad. En vez de saciar la propia curiosidad, ellos encuentran otra cosa. Encuentran un ejemplo. Aquí hay muchas conversiones que pueden conducir a vocaciones espirituales: sacerdotales, religiosas, de laicismo activo…
Cuando regrese a casa, diré lo que he visto y vivido: que la gente viene verdaderamente con intenciones de peregrinar. Reina una atmósfera de peregrinaje, de orden y de oración. No percibo nada negativo. Estoy impresionado favorablemente. Hemos visto como las personas oran con profundo recogimiento. El ambiente es bueno.
Que la Madre de Dios esté siempre con nosotros, y no solamente en los días excepcionales del peregrinaje. Debemos ser también fieles en la vida cotidiana a lo que la Madre de Dios nos conduce.”
Mons. Gerard Anton Zerdin dijo:
“Hemos leído acerca de los acontecimientos de Medjugorje en los periódicos, nos visitaron personas que nos mostraron algunos materiales, y especialmente nos ha tocado el deseo de la gente de acercarse a Dios, aprovechar cualquier ocasión para hacerlo. Se dio cuenta de que las puertas están abiertas hacia Dios y se ha acercado para pedir la gracia y desea transformar su propia vida. Eso tiene un gran valor. Eso es lo que deseamos: a través de los sacramentos, estar siempre cerca de Dios, cambiar, mejorar, ser más cristianos. Hemos venido para ver un poco, pero sobre todo para tener vivencias. Ayer estuvimos en la Santa Misa, hoy hemos estado en el monte para meditar sobre nuestra vocación, nuestra actividad misionaria, para pedir al buen Dios, pedir a la Virgen que nos envíen misionarios, los labradores que necesitamos, a fin de que la Palabra de Dios pueda ser difundida en todo el mundo. Venir del Perú es un poco más difícil, la gente tiene poco recursos para tales viajes. En el Perú tenemos lugares de peregrinaciones, especialmente peregrinaciones a lugares en que hay cruces. Es conocida la devoción hacia el Cristo Crucificado, en la imagen está con María, también está presenta la Santísima Trinidad. La imagen misma nos sirve para la catequesis. La gente prepara grandes procesiones que nos sirven para predicar la Palabra de Dios, para la confesión y la conversión. A todo eso en el Perú se vinculan muchas tradiciones folclóricas. Aquí no hay oferta turística. La gente a través de la oración y de las peregrinaciones, procura acercarse a Dios. El ejemplo de otros los impulsa a la conversión.”