14/04/2009 – Charla con el Padre Danko

Esta es una parte de una charla sobre la oración dada, con humor, por el sacerdote franciscano en Medjugorje, Fr Danko Perutina, durante un retiro en Londres a principios de este año. Además, Fray Danko escribe un comentario mensual sobre el mensaje de la Virgen, dado al mundo a través de la vidente Maria.

Todo el mundo es un experto de la oración; todos tenemos nuestra propia oración. La persona reza oraciones en momentos concretos, utilizando las mismas palabras, y nadie debe molestarla entonces, de lo contrario la persona podría enfadarse.

Hay millones de oraciones que decir, os podría mencionar 500.000!

Está la oración contemplativa, la oración de meditación, la oración con la razón, la oración con palabras, la oración en silencio y la oración con el corazón. Realmente hay millones de oraciones! Oraciones de acción de gracias, oraciones para preguntar, oraciones de curación, oraciones para bendecir, oraciones para perseverar, oraciones en las que pides que tu marido se convierta, o para que tu mujer se convierta. Realmente, podemos rezar por todo.

¿Qué es lo importante cuando se va a rezar? Para mí, la mejor oración consiste en unos cuantos puntos. Algunas personas comparan esto con cómo uno usa un teléfono, porque se marca un número, y entonces alguien contesta.

• El primer paso es acercarse a Dios, ponerse en su presencia.
• El segundo paso es admitir tus pecados.
• El tercer paso es perdonar a todo el mundo.
• El cuarto paso es renunciar a todos los pecados.
• El quinto paso es aceptar tu cruz.
• El sexto paso es aceptar al Espíritu Santo, porque una vez renunciamos al pecado, estamos vacíos y tenemos que ser llenados con algo.

• El séptimo paso es decir a Dios: gracias.

Has marcado los números 1 al 7, y esto es lo que llamamos la oración telefónica. Intenta esta oración, serás cambiado en un día. De verdad, cambiarás.

Tú sabes que en este retiro ya hemos estado diciendo oraciones, pero no te mencioné ¿Por qué esta oración es importante? Porque contiene todos los elementos importantes.

La parte más importante de esta oración es la presencia de Dios. Esto es lo más difícil. Decimos “¿dónde está Dios?”. Entonces empezamos a imaginarlo. Siempre que comparto esto con los peregrinos de Medjugorje, la forma en que la gente imagina a Dios.
Cuando Jesús fue crucificado y enterrado tenía 33 años. No sabemos cuántos años tiene el Espíritu Santo. Si Jesús tenía 33, entonces el Padre debería tener sobre los 70. Tiene una larga barba blanca, y Se sienta en un trono. Ve todo y sabe todo. Tiene un trueno y un rayo debajo.  Incluso si haces algo en la oscuridad, Él puede verlo. Él no puede en realidad verlo todo, porque hay seis billones y medio de personas viviendo aquí, por lo que dio un ángel de la guarda a cada uno, y este ángel trabaja como un ordenador. Cuando tu te equivocas él lo registra. Cuando el último momento de tu vida llegue, él apretará los botones de “enter” e “imprimir” y todos tus pecados aparecerán en una lista de papel. Y no será solo una hoja.

Pero no va a ser así, porque Dios es un Dios que perdona. No hay nada más bonito que saber que alguien te quiere todo el tiempo, y ésta es la forma en que Dios nos quiere, sin condiciones.
Algunas personas piensan de esta forma: si nosotros somos buenos, Dios tiene que ser bueno, si pecamos, inmediatamente Se enfada. Este no es Dios. Esta es la imagen que usamos de Dios, y es por eso que frecuentemente la gente reza a imágenes de Dios, así se lo imaginan. Esto es solo una imagen, esto no es Dios, el Dios que nos fue revelado por Jesucristo.
La única forma por la que podemos explicar a Dios, es el Amor. Todas las otras imágenes están equivocadas. Y si tú no ves a Dios como Amor, te creas problemas porque Dios es Amor en sí mismo. Él no es un juez, no es el que castiga, el que se enfada. Este no es Dios, es una imagen de nuestra creación.
Esto es porque, cuando empiezas a rezar, esos primeros segundos al principio son verdaderamente importantes, y eso es la fe. Siempre que empiezo a rezar hago la señal de la cruz y digo: “Sé, Jesús, que tú estás aquí. Jesús, sé que Tú me quieres y ahora voy a hablar contigo de todo lo que hay en mi corazón”.
No tengo que imaginármelo, si es alto o bajo, gordo o flaco, o preguntarme si hizo ventanas o sillas cuando hacía de carpintero.
Nuestra Señora nos ha estado invitando a rezar con el corazón. Es la oración de ofrecimiento de lo que está en nuestro corazón, y presentárselo a Dios. Cuanto más sinceros somos, más profunda es nuestra oración. Nos estamos purificando y vamos siendo más lo que Dios quiere que seamos, restaurados en su imagen, no en una fotocopia. Dios creó a cada uno especial y único.
La oración es ley de vida. Cuanto más rezamos, más Dios nos abre todas las puertas. Pero habrán tiempos, si es necesario, en los que la puerta estará cerrada  y no podremos entrar, porque Dios en su sabiduría sabe lo que es mejor para nosotros. Esto es porque siempre tenemos que estar buscando la voluntad de Dios.

Entrevista traducida de https://crownofstars.blogspot.com/