Mensaje del 25 de Febrero de 2004

“¡Queridos hijos! También hoy, como nunca antes, los invito a abrir sus corazones a mis mensajes. Hijitos, sean de aquellos que atraen las almas hacia Dios y no de aquellos que las alejan.Estoy con ustedes y los amo con un amor particular. Este es un tiempo de penitencia y conversión. Desde el fondo del corazón los invito: sean míos con todo su corazón, y entonces verán que su Dios es grande, porque El les dará la bendición y la paz en abundancia. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

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