Mensaje de María Reina de la Paz en Medjugorje el 25 de noviembre de 2009
“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, os invito a todos a renovar la oración en vuestras familias. Preparaos con alegría para la venida de Jesús. Hijitos, que vuestros corazones sean puros y acogedores, para que el amor y el calor comiencen a fluir a través de vosotros, en cada corazón que está lejos de Su amor. Hijitos, sed mis manos extendidas, manos de amor para todos aquellos que se han perdido, que ya no tienen fe ni esperanza. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Muchas veces hemos oído hablar de que la Iglesia proclama un año de gracia, o de un lugar donde pueden obtenerse, por medio de la oración, gracias especiales. Ciertamente existen tiempos de gracia y lugares de gracia.
El tiempo de Adviento es un tiempo de gracia para la Iglesia. En ese tiempo, a través de la oración, el ayuno y los sacramentos, la Iglesia concede gracias especiales.
En el Adviento, la Iglesia entera está llamada a esperar velando al Rey que viene, esperar a Jesús.
Para que la Navidad sea un bendito y alegre encuentro con nuestro Salvador, la Reina de la Paz nos invita a la oración en familia. ¿Por qué?
La Navidad es una fiesta familiar y no hay experiencia de la Navidad sin una familia cristiana y la Iglesia. La Navidad no es un acontecimiento privado, sino un don a la familia. La familia está llamada, a través de las misas matutinas y los sacramentos, a purificar los corazones y a llenarlos de amor, para que sean dignos de la venida de Cristo. Tener un corazón puro para Jesús no es una teoría abstracta, sino la praxis diaria.
Hoy, desgraciadamente, muchos han abandonado el camino del Amor y la preparación cristiana para la Navidad. La Virgen nos da la tarea de obtener, por medio de la oración y del ayuno, su conversión. La Madre nos necesita. Pide que seamos Sus manos extendidas, las manos de amor que recogerán los corazones y las almas perdidas, para llevarlos a Jesús.
Hay quienes lo han perdido todo, porque han perdido la esperanza, la fe y la caridad. ¿Cómo ayudarles a que recuperen la felicidad y la paz perdidas? La Madre nos dice que eso puede suceder por medio de Sus apóstoles, y esos somos nosotros, los que con nuestra propia vida damos testimonio de Sus mensajes. Nosotros somos Sus manos maternales que traen: el remedio, el consuelo, la esperanza, el aliento…
Respondamos a la llamada de la Madre. Que este Adviento sea un tiempo gozoso de gracia para todo hombre!
Este mes pediremos por las siguientes intenciones:
1. Por todas las familias cristianas para que renueven la oración. Pediremos por nuestro grupo de oración para que seamos un corazón con la Madre, que estemos unidos en la oración por la conversión del mundo.
2. Por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Pediremos por los sacerdotes para que pacientemente y con amor se aproximen a los penitentes, que en ellos reconozcan al hermano y al prójimo.
3. Por los videntes y todos los peregrinos que buscan a Jesús, para que lo encuentren en Medjugorje.
Hermandad de la Visitación