Mensaje del 25 de febrero de 2025

“¡Queridos hijos! Que este tiempo primaveral sea un estímulo para la conversión personal, a fin de que con vuestras vidas podáis orar y amar a Dios por encima de todo, y por todos los que están en necesidad. Hijitos, sed mis manos de paz y de oración, sed amor para todos los que no aman, no oran y no desean la paz. Gracias por haber respondido a mi llamada.” (Con aprobación eclesiástica)