P. Livio: ¡Buenas tardes Marija!
Marija: ¡Buenas tardes padre Livio! Un saludo a todos los oyentes de Radio María. Hoy, al igual que cada 25 de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:
“¡Queridos hijos! Hoy os invito a dar testimonio de vuestra fe en los colores de la primavera; que ésta sea una fe de esperanza y valentía. Hijos míos, que vuestra fe no vacile ante ninguna situación, ni siquiera en este tiempo de prueba. Id valientemente con Cristo Resucitado hacia el Cielo, que es vuestra meta. Os acompaño por este camino de santidad y os pongo a todos en mi Corazón Inmaculado. ¡Gracias por haber respondido mi llamada!”
Marija, este es un mensaje que tiene perfume de primavera.
Marija: Si, aunque no es la primera vez, porque ya en otros mensajes nos ha hablado de la primavera. Es la primavera de la fe, la primavera de los colores. Con un fraile franciscano estuvimos haciendo reflexiones acerca del significado de los colores que puede entender la Virgen y decíamos que podían ser también los colores que tienen los hábitos de las diferentes órdenes, como el marrón de los franciscanos, el blanco de los dominicos, etc. En realidad, yo creo que al igual que la naturaleza está luchando haciendo surgir la primavera, así sucede también con nosotros. Del mismo modo que cuando hace frio y graniza daña los frutos del campo, así perdemos también nosotros. La Virgen nos llama a esta primavera de la fe, de la esperanza, de la valentía, que cada uno de nosotros debería tener, sobre todo nosotros que hemos sido llamados para dar testimonio. ¿Verdad padre Livio?
P. Livio: Sí, yo también he reflexionado sobre esta afirmación. Es decir que la fe debe ser como los colores de la primavera y los colores de la primavera son alegres, festivos, vivos, atractivos. Nuestra fe debería ser alegre y festiva como lo son las flores en primavera.
Marija: Y con ternura, porque las cosas de la primavera poseen ternura. Nosotros deberíamos ser tiernos con los demás, sobre todo con aquellos que no tienen fe.
P. Livio: Sí, si. Y también atractivos, porque las flores atraen a las mariposas. Así debería ser nuestra fe para atraer a los que están alejados. Pero Marija, hay cosas muy importantes en este mensaje y quería decirte que ya son varias las veces que la Virgen nos habla de valentía. ¿A que crees tú que se refiere esa valentía?
Marija: Reflexionaba y pensaba sobre esto y creo que también una flor cuando está todavía cerrada parece tener miedo de salir, pero cuando llegan los rayos del sol, empieza a florecer. También nosotros debemos salir de ese capullo y florecer para testimoniar con valentía nuestra fe. Además, la Virgen nos lleva en su Corazón Inmaculado y eso nos da la seguridad de que nos guía hacia el puerto seguro que es la Eucaristía. María y la Eucaristía son, como decía Don Bosco, dos pilares a los que debemos abrazarnos con fuerza, porque sin ellos, nuestra fe la viviremos con más dificultad. Estos dos pilares son sin duda la seguridad del camino a recorrer. Esto es lo que nos está enseñando la Virgen desde el principio, Ella nos ha llevado siempre a Jesús, nunca se ha quedado en sí misma. Se dice que hay personas que son demasiado devotas de la Virgen, pero te digo que las personas que han seguido los mensajes de Medjugorje, no se han quedado en el camino, sino que han seguido el camino de la conversión, el camino de la fe, el camino de la oración, viviéndolo siempre más profundamente. Ese camino de la santidad al cual, también hoy, la Virgen nos llama. Por esto, yo creo profundamente que esta invitación de la Virgen es para que todos empecemos una vida nueva, una vida de santidad, una vida de valentía, teniendo como meta el Cielo.
P. Livio: Sabes Marija, yo siempre cuento las palabras repetidas en el mensaje porque me sirve para interpretar el sentido del mismo y he visto que en las primeras líneas se repite tres veces la palabra “fe”. Me acuerdo que una vez tú te quedaste muy asombrada cuando la Virgen dijo: “Habéis rechazado la fe y la cruz”. Lo que me hace pensar de este mensaje, es que vivimos en una situación en la que muchos han rechazado la fe, han cambiado la religión y no siguen el cristianismo. De hecho, si vemos nuestras iglesias o nos fijamos en las estadísticas, los que se declaran ellos mismos como cristianos son una minoría, en algunos países, sobre todo en el norte de Europa, son minoría. Por esto, la Virgen está preocupada y no quiere que nuestra fe disminuya en ninguna situación y tampoco en este tiempo de prueba. Es decir, la Virgen ve que estamos viviendo un tiempo de prueba en que muchos pierden la fe, que una nueva religión se impone, una religión atea, materialista y nos dice que debemos ser muy fuertes, que no nos dejemos seducir, que no seamos débiles arriesgando perder la fe. Por lo tanto, debemos luchar para no poner en riesgo nuestra fe.
Marija: Exactamente. Yo creo que debemos combatir, sobre todo con nuestra vida, con nuestra valentía, con nuestro testimonio, con todas las armas que poseemos que, como hemos dicho antes, son esa ternura, esa dulzura de la primavera de la que nos habla la Virgen. Creo que no somos conscientes del gran don que tenemos. A mí lo que más me preocupa, no es que la fe se pierda, sino lo que con ello perdemos. Muchas personas no saben lo que se pierden, por eso van a las sectas, al yoga, al gurú, etc., perdiendo así la belleza enorme de nuestra fe. Yo muchas veces me emociono pensando en que Jesús es el único que ha resucitado, Jesús es el único que murió por nosotros, para darnos la vida eterna. Pero hay tantas personas que no lo piensan así, algunos piensan que se trataba de un gurú, otros que era un maestro, y no es así, porque no existe otra persona que haya tenido un amor tan grande como para dar su propia vida por nosotros.
P. Livio: Sí Marija. Quien haya ido a misa hoy, sabe que el Evangelio decía: “Yo soy el buen pastor que da la vida por sus ovejas, los pastores asalariados en cambio, abusan de las ovejas.” Desafortunadamente, el espectáculo de nuestros días es que aquellos que han abandonado a Jesucristo, lo han hecho para seguir a los ídolos del mundo. Marija, ¿te parece que después de cuarenta años que la Virgen está en Medjugorje (yo pienso que si no hubiera estado Ella, ¡pobres de nosotros!) crees que Ella está contenta de cómo hemos respondido?
Marija: Yo no he visto nunca un mensaje que no sea esperanzador. Yo creo profundamente que la Virgen siempre ha demostrado tener esperanza en nosotros, nos llama, nos invita, nos ama, nos anima… De hecho, en el mismo mensaje de hoy nos dice que nos acompaña en el camino de la santidad y nos pone en su Corazón Inmaculado. Es decir, la Virgen no abandona a nadie y nos lleva hacia su Hijo, nos lleva hacia Jesús Resucitado. También nosotros debemos resucitar con Él. Yo creo que la Virgen tiene una mirada mucho más amplia que la nuestra. Nosotros vemos las iglesias vacías, vemos menguar la fe, vemos las situaciones drásticas en las que mueren más cristianos que en la época del comunismo, en tantos lugares vemos las iglesias dañadas, tantos sacerdotes masacrados, etc., pero a pesar de todo esto, la Virgen nos da esperanza. Nosotros lo vemos todo con ojos oscuros, pero la Virgen nos da ojos de ternura, ojos de primavera, ojos de fe, ojos de valentía, ojos de esperanza. Esto es lo que me emociona y pienso que mientras la Virgen esté con nosotros, no debemos tener miedo del futuro, como Ella nos dijo.
P. Livio: Cierto, porque Ella dijo que el futuro es de Dios. También dijo que si somos suyos, venceremos. La Virgen está entre nosotros para que triunfe su Corazón Inmaculado, por tanto, su victoria es segura. Pero nosotros, obviamente, estamos llamados a ser colaboradores de esta victoria.
Marija: Exactamente, y esto es lo que más me emociona, porque a nosotros nos parece no valemos nada y en cambio a los ojos de Dios valemos mucho. Cada uno de nosotros importa, tú que estás en cama, tú que sufres, tú que estás viviendo un momento de prueba, tú que no encuentras la solución a tus problemas, confía en el Señor, confía en Su Santísima Madre. Tantas veces, cuando hemos dado ese paso en la fe, vemos que el Señor nos ayuda. Pidamos al Señor que nos ayude, que nos conforte, que nos aumente la fe. Hemos visto tantos cambios en la vida de tantas personas que han seguido el camino de la conversión. Cuando llamamos a la puerta del Señor, Él responde a nuestras necesidades. Y en los momentos difíciles, debemos creer y ofrecer nuestros sufrimientos porque nada es en vano, todo tiene un porqué y el Señor ya responderá.
P. Livio: Me parece muy importante esa prospectiva que tiene la Virgen, porque Ella en un mensaje de los primeros meses, cuando os habló del Infierno, del Paraíso y del Purgatorio, dijo que muchas personas piensan que con la muerte se acaba todo y esta es, desafortunadamente, la visión de muchas personas cercanas a nosotros. Por esto, es muy importante que, nosotros cristianos, afrontemos la vida sabiendo que el Cielo existe y que es nuestra meta. Pero Marija, lo que te quería decir es que esta presencia de la Virgen durante tanto tiempo, Ella que del Cielo desciende a la Tierra, Ella con su Cuerpo Glorioso, es la más bella demostración de que el Cielo existe y de que es nuestra meta.
Marija: Ciertamente. Yo ahora estoy viviendo aquí en Medjugorje desde que tenemos esta situación de pandemia, aunque la Virgen no ha hablado nunca del Covid, pero aquí se está más tranquilo, podemos hablar entre nosotros en los alrededores de la iglesia, aquí no hay el temor que se vive en Italia. Todos tenemos la necesidad de vivir unos con otros, cuando hay sufrimiento, no podemos estar solos, debemos poder expresar nuestro amor, compartir nuestras experiencias espirituales a quien nos entienda y ayudar. Tantas veces rezamos el rosario un poco separados por el virus, pero decimos que ello no debe ser más importante que nuestra relación con Dios. Tantas personas tienen miedo de ir a la Iglesia para oír misa, en cambio, no debe ser así y muchas veces se vuelve una excusa para no ir. Debemos tener una fe fuerte. Es obvio que no debemos ir a los supermercados cuando hay mucha gente o a lugares como discotecas donde es más probable el contagio, pero debemos vivir con serenidad y con fe este momento. Es verdad que es un momento de prueba, pero el coronavirus no es lo más importante del mundo. ¿Entiendes?
P. Livio: Sí, sí, por supuesto.
P. Livio: Dime Marija, cuando la Virgen habla de este momento de prueba, ¿se refiere a la pandemia o a la prueba de la fe?
Marija: Yo creo que a la prueba de la fe porque la Virgen no ha hablado de la pandemia.
P. Livio: Estoy de acuerdo. También el 25 de Julio de 2019 dijo: “Llegarán las pruebas y si no sois fuertes, reinará el pecado, pero si sois míos, venceréis”. Por lo tanto, se trata de la prueba de la fe. Esta es, a mi parecer, la prueba más grande.
Marija: Si porque, desafortunadamente, a través de los medios de comunicación sabemos tantas cosas y nos ponen el miedo en el cuerpo, meten cizaña con cosas que no son verdad, como yo he podido experimentar. Hace poco tiempo, tenía incluso ganas de ir a la televisión para decir que no era verdad lo que habían dicho, pero cuando existe el padre de la mentira, no puedes hacer otra cosa que la señal de la cruz y decir al diablo que se aleje de ti. Hoy en día, vemos en tantas ocasiones, que en vez de ayudar al hombre, lo inquietan y lo asustan, como si tuviéramos que vivir un millón de años. En cambio, son pocos los años que vivimos y los debemos vivir bien. Por esto, la Virgen nos dice que son tiempos de prueba y nos anima a tener esperanza, fe, valentía para vivir ya que a veces no resulta fácil vivir en un ambiente hostil a la fe y testimoniar. A veces, si dices que eres cristiano y que haces ayuno, piensan que eres un fanático, en cambio cuantas personas hacen dieta para tener un físico mejor, ¿verdad? Por eso, debemos tener una fe fuerte en estas situaciones. Me acuerdo de dos amigas que tenían problemas en la oficina porque al saber que hacían el ayuno, las tenían por unas fanáticas, y si en cambio uno dice que hace dieta, todos lo ven bien. ¡Increíble!
P. Livio: Sí, hay una cierta hostilidad hacia el cristianismo.
Marija: Yo creo que no es solamente hostilidad, creo que ha comenzado una batalla contra todo aquello que es de fe, no importa de qué manera, lo importante es deshacerlo. Debería haber respeto mutuo para poder vivir bien juntos. Me acuerdo de que cuando estuve en Rusia había gente ortodoxa y católica junta porque todos querían escuchar acerca de la Virgen, eso era la unidad de los cristianos. Una vez en Beirut había muchos musulmanes, aparte de otras religiones cristianas, pero rezábamos todos con un solo corazón, con una sola alma. Debemos encontrar la unidad rezando, no matando, porque las armas nadie las quiere, son del diablo. Debemos rezar mucho por la paz y para que Dios nos dé una fe fuerte para poder testimoniar con valentía, como un ramo de flores, cada uno con su color, con su forma de ser y eso es una riqueza para los demás. Es así como tiene que ser, si no, nos matamos unos a otros, y acaba todo ahí. La Virgen insiste en que recemos por la paz y la unidad, no solo para los cristianos, sino para el mundo entero. Dios nos ha dado este planeta para poder vivir bien y gozar de su belleza. Debemos cuidarlo y todos podemos contribuir a ello. El padre Slavko tenía un logo que decía: “Más flores y menos basura”. Todos podemos ser ese instrumento de paz, de bien, de amor, de ternura… La Virgen nos está animando a crecer en la bondad, en la belleza, en la cristiandad para testimoniar a quien sea, tanto musulmán, como pagano, no importa su religión porque siempre tendremos algo que dar ya se trate de una sonrisa, una buena acogida, lo que uno pueda.
P. Livio: Muy bonito todo lo que has dicho Marija. Ahora, y ya para terminar, quisiera que nos dijeras unas palabras sobre cómo vivir este mes de mayo.
Marija: El mes de mayo es siempre muy bonito y es también un desafío. Aquí en Medjugorje pensamos en hacer siempre algo más, hay plegarias por la mañana, por la tarde y se siente siempre esa bella inquietud. Hay tantos programas que se están preparando, mil ideas que se comparten, a la vista de que estamos llegando ya a los cuarenta años. Además, el mes de mayo es el mes especial de la Virgen, no solo para rezar el rosario, al que todos estamos llamados a rezar en familia, también a ofrecerle algún pequeño sacrificio que cada uno decide, pero sobre todo hacerlo con ternura pensando en la Virgen. Pensando en Ella, veréis cómo se os ocurren muchas ideas. Lo que sí os pido es la constancia porque yo creo que durante este mes de mayo todavía no se podrá venir a Medjugorje, pero la unidad hace la fuerza, por lo tanto, unidos en la oración podemos hacer que este mes de mayo sea inolvidable sobre todo al estar tan cerca del cuarenta aniversario de la presencia de la Virgen entre nosotros.
Livio: Muchísimas gracias Marija. Ahora, si te parece, pasamos a la oración.
TRADUCCIÓN: Equipo de traductores «Amor de Déu»
Fuente: Radio María Italia