Con el inicio del confinamiento, a mediados de marzo, muchos católicos comprometidos, vimos cómo se nos terminaba el afán, se cerraban los templos, se terminaban los apostolados y todos recluidos en casa. Lo más duro para muchos católicos fue constatar que se cerraban las Iglesias y los laicos nos quedábamos sin sacramentos sine die, muy doloroso.
Pasaban los días, primera semana, segunda… e íbamos vislumbrando lo que se nos viene encima a todos.
Las empresas se reinventaban, muchos trabajadores afectados con Ertes, todos preocupados más por la pos-pandemia que por estar recluidos.
En este momento de prueba y tribulación, no obstante, vemos como se multiplican los sacerdotes y las parroquias para mantenernos en contacto siquiera online, misas, encuentros, rosarios, charlas. Que nos ayudan mucho a sostenernos en la Fe.
En los hogares redescubrimos la importancia de la familia, muchísimos por primera vez hicimos lo que tantas, tantas veces pide la Virgen en Medjugorje, que es rezar en familia. Rosario en mano, unidos.
Con el mundo entero parado, nos metimos en casa. Pasamos del constante no parar y no tener tiempo para lo importante, anclados en mil actividades, a ver como Dios nos escoge a todos la mejor parte, y a la fuerza nos obliga a dejarle hacer y empezar a escucharlo.
Vimos al Santo Padre el 27 de marzo, en plena cuaresma, rezar frente al crucifijo de San Marcelo, bañado por la lluvia y sólo, con una histórica plaza de San Pedro vacía. Después le vimos pequeño, cojeando, subir la colina del vaticano hacia el atrio y curvado subir los escalones, no sin esfuerzo y en soledad, haciendo suyos los dolores del mundo y frente a la Cruz decir: “Señor, no nos abandones, nos encontramos asustados y perdidos”.
El Santo Padre, mostró ese día al mundo una estampa verdaderamente histórica y profética.
Llegó el 18 de marzo, y a todos nos llamó la atención que la Virgen dijera a Mijana que no tendría más mensajes el día 2 de cada mes.
Llegó el 25 de marzo y la Virgen dice a Marija:
“¡Queridos hijos! He estado con vosotros todos estos años para conduciros por el camino de la salvación. Regresad a mi Hijo, regresad a la oración y al ayuno. Hijos, permitid que Dios le hable a vuestro corazón, porque Satanás reina y quiere destruir vuestras vidas y la tierra por la que camináis. Sed valientes y decidíos por la santidad. Veréis la conversión en vuestros corazones y en vuestras familias; la oración será escuchada, Dios atenderá vuestras súplicas y os dará la paz. Estoy con vosotros y os bendigo a todos con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
Rosario en mano, y sostenidos por las 3 capillas de AP que permanecen abiertas en Cataluña. Algunos adoradores del Santísimo sacramento de Barcelona, muy vinculados a la espiritualidad de Medjugorje y Emaus (Quique, Alberto y quien escribe), sentimos que, si en algún momento se tenía que actuar decididamente, es ahora, más que nunca.
A nadie se le esconde que el mundo estaba ya antes de la pandemia, sumido en el pecado, con la ideología de género por bandera. Como botón de muestra, los 55 millones de abortos, de bebes no nacidos asesinados cada año en todo el mundo, (fuente la OMS, se puede consultar en Internet).
Que a todas luces es el mayor crimen perpetrado por la humanidad desde siempre.
Por lo tanto, desde el discernimiento, esta pandemia es una oportunidad de reflexionar, para volver a lo importante, para rezar y ayunar como lleva pidiendo la Virgen en Medjugorje desde hace ya casi 40 años.
“Mediante la oración y el ayuno pueden detenerse las guerras y suspenderse las leyes de la naturaleza”, “Las oraciones continuas y el ayuno reducen los castigos de Dios”, etc.
Somos conscientes, que nuestro pequeño, gran sacrificio, es nada para los males que afligen a la humanidad, pero también sabemos, que, en manos de María, son mucho. Ella con eso poco que le ofrecemos, hace mucho para la salvación de las almas y la conversión del mundo. ¿nos ayudas?
1ª Jornada 22 de abril, 590 participantes
2ª Jornada 29 de abril, 224 participantes
3ª jornada de oración y ayuno 6-mayo
4ª jornada de oración y ayuno 13-mayo
5ª jornada de oración y ayuno 20-mayo
6ª jornada de oración y ayuno 27-mayo
7ª jornada de oración y ayuno 3-junio
8ª jornada de oración y ayuno 1o-junio
9ª jornada de oración y ayuno 1-julio