Joella Modard, una joven suiza de 21 años, participó en el Festival de la Juventud y es la decimotercera vez que viene a Medjugorje. “Cuando era pequeña solía venir con mis padres. Suelo venir también cuando no hay Festival. Medjugorje es un lugar milagroso, aquí es donde encuentro la paz y de donde guardo unos recuerdos maravillosos”, declaraba Joelle sobre su experiencia, mientras destacaba que cada vez que viene descubre algo nuevo. “Es una confirmación muy fuerte para mi vida. En Suiza, la vida espiritual de los jóvenes es muy pobre; en cada parroquia no hay más de uno o dos jóvenes activos en la vida espiritual. Por ese motivo hemos decidido celebrar encuentros con los jóvenes de nuestra región que tienen sed de Dios y que buscan su presencia. En la actualidad, estamos organizando eventos espirituales porque es mejor vivir la parroquia en comunión que en solitario. Medjugorje nos enseña tanto a los jóvenes como a los menos jóvenes que la llama de la fe sigue viva. Personalmente puedo decir que me ayuda a vivir mi fe cuando vuelvo a casa. El mensaje de Medjugorje es muy fuerte y alentador: nos invita al amor y a la comunión. Es precioso ver a tanta gente venir de todas partes del mundo. Ha sido muy emocionante vivir cómo han venido tantas naciones buscando gracia y paz para ellos y para sus países.”
Fuente: www.centromedjugorje.org