Mensajes de la Virgen

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Mensaje del 25 de Diciembre de 1997

Queridos hijos, hoy nuevamente me alegro con ustedes y los invito al bien. Deseo que cada uno de ustedes medite y lleve la paz en su corazón y diga: “¡Yo quiero poner a Dios en el primer lugar en mi vida!”. Será así, hijitos, que cada uno de ustedes llegará a ser santo. Hijitos, díganle a cada uno: “Yo te deseo el bien” y él ha de responder con el bien y el bien, hijos queridos, habitará en el corazón de cada hombre. Esta noche, hijitos, les traigo el bien de mi Hijo que dio su vida para salvarlos. Por eso, hijitos, alégrense y extiendan las manos hacia Jesús, que es sólo bien. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Noviembre de 1997

Queridos hijos, hoy los invito a que comprendan su vocación cristiana. Hijos queridos, los conduje y los estoy conduciendo a través de este tiempo de gracia para que se vuelvan conscientes de su vocación cristiana. Los santos mártires morían dando testimonio: “soy cristiano y amo a Dios por sobre todas las cosas”. Hijitos, hoy también los invito a regocijarse y a ser cristianos llenos de gozo, responsables y conscientes de que Dios los llamó de un modo especial para que, llenos de alegría, sean las manos extendidas hacia aquellos que no creen y para que, a través del ejemplo de sus vidas, ellos puedan recibir la fe y el amor de Dios. Por eso, oren, oren, oren para que sus corazones puedan abrirse y ser sensibles a la Palabra de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Octubre de 1997

Queridos hijos, hoy también estoy con ustedes y a todos los invito a renovarse viviendo mis mensajes. Hijitos, que para ustedes la oración sea la vida y sean ejemplo para los demás. Deseo, hijitos, que se vuelvan portadores de la paz y de la alegría de Dios en el mundo de hoy que no tiene paz. Por eso, hijitos, ¡oren, oren, oren! Estoy con ustedes y los bendigo con mi paz maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Septiembre de 1997

Queridos hijos, hoy los invito a que comprendan que sin amor no pueden entender que Dios debe estar en el primer lugar en sus vidas. Por eso, hijitos, los invito a todos a amar, no con amor humano, sino con el amor de Dios. Así sus vidas serán más hermosas y no interesadas. Comprenderán que Dios se da por amor del modo más simple. Hijitos, para que puedan comprender mis palabras, que les doy por amor, oren, oren, oren y así podrán aceptar con amor a los demás y perdonar a todos aquellos que les han hecho mal. Respondan con oración; la oración es el fruto del amor hacia Dios Creador. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Agosto de 1997

Queridos hijos, Dios me concede este tiempo cual don para ustedes, para que pueda instruirlos y conducirlos por el camino de la salvación. Ahora, hijos queridos, ustedes no comprenden esta gracia pero pronto ha de venir el momento en el que añorarán estos mensajes. Por eso, hijitos, vivan todas las palabras que les he dado en este período de gracia y hagan revivir la oración hasta que ella se vuelva alegría. Invito de manera particular a todos los que se han consagrado a mi Corazón Inmaculado a que sean ejemplo para los otros. Invito a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas a rezar el Rosario y a enseñar a los otros a orar. Hijitos, el Rosario es particularmente importante para mí. Por medio del Rosario es que ustedes me abren sus corazones y yo puedo ayudarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Julio de 1997

Queridos hijos, hoy los invito a responder mi invitación a la oración. Deseo, hijos queridos, que en este tiempo encuentren un rincón para la oración personal. Deseo guiarlos hacia la oración del corazón. Solamente así comprenderán que sin la oración la vida de ustedes es vacía. Descubrirán el sentido de sus vidas cuando hayan descubierto a Dios en la oración. Por eso, hijitos, abran las puertas de sus corazones y comprenderán que la oración es alegría sin la cual no pueden vivir. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Junio de 1997

Queridos hijos, hoy estoy con ustedes de un modo especial y les traigo mi bendición maternal de paz. Oro por ustedes e intercedo por ustedes ante Dios para que comprendan que cada uno de ustedes es portador de paz. No pueden tener paz si sus corazones no están en paz con Dios. Por eso, hijitos, oren, oren, oren, porque la oración es el fundamento de su paz. Abran sus corazones y denle tiempo a Dios para que Él sea su amigo. Cuando se tiene verdadera amistad con Dios ninguna tempestad puede destruirla. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Mayo de 1997

Queridos hijos, hoy los invito a glorificar a Dios. Que el nombre de Dios sea santo en sus corazones y en sus vidas. Hijitos, cuando están en la santidad de Dios, Dios está con ustedes y les dona la paz y la alegría que sólo vienen de Dios a través de la oración. Por eso, hijitos, renueven la oración en sus familias y sus corazones glorificarán el santo nombre de Dios, y el Paraíso reinará en sus corazones. Yo estoy cerca de ustedes e intercedo ante Dios por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Abril de 1997

Queridos hijos, hoy los invito a que unan sus vidas a Dios Creador, porque sólo así sus vidas tendrán sentido y comprenderán que Dios es amor. Dios me envía entre ustedes por amor, para ayudarles a comprender que sin Él no hay ni futuro ni alegría y, por sobre todo, no hay salvación eterna. Hijitos, los invito a que dejen el pecado y a que acepten la oración en todo tiempo, para que en la oración puedan reconocer el sentido de sus vidas. Dios se da a aquel que lo busca. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del 25 de Marzo de 1997

“¡Queridos hijos, hoy los invito de manera especial a tomar la cruz en sus manos y a contemplar las llagas de Jesús. Pidan a Jesús que sane las heridas que ustedes, hijitos, han recibido en el transcurso de su vida a causa de sus pecados o de los pecados de sus padres. Sólo así comprenderán, hijitos, que el mundo necesita la curación de la fe en Dios Creador. Mediante la pasión y muerte de Jesús en la cruz, comprenderán que, sólo con la oración, podrán también ustedes llegar a ser verdaderos apóstoles de la fe, al vivir en sencillez y oración la fe que es un don. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 25 de Febrero de 1997

“¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a abrirse a Dios, el Creador, y a volverse activos. Los invito, hijitos, a que, en este tiempo, vean quién necesita de su ayuda espiritual o material. A través de su ejemplo, hijitos, ustedes son las manos extendidas de Dios que la humanidad busca. S–lo de este modo comprenden que ustedes están llamados a dar testimonio y a convertirse en portadores gozosos de la palabra de Dios y de Su amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje del 25 de Enero de 1997

“¡Queridos hijos! Los invito a reflexionar sobre su futuro. Ustedes están creando un mundo nuevo sin Dios, solamente con sus propias fuerzas y es por eso que están insatisfechos y sin alegría en el corazón. Este tiempo es mi tiempo y por eso, hijitos, los invito de nuevo a orar. Cuando encuentren la unión con Dios, sentirán hambre de la palabra de Dios y sus corazones, hijitos, desbordarán de alegría. Darán testimonio del amor de Dios dondequiera que estén. Los bendigo y les repito que Yo estoy con ustedes para ayudarles. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”