Sucede a menudo que nos encontramos con personas y hablamos con ellas de Medjugorje. Pero sorprendentemente descubrimos que después de más de 32 años de apariciones diarias de la Virgen María, -al menos yo lo creo junto con muchos otros fieles- muchos cristianos no saben nada, no han oído hablar nunca ni en sus parroquias, ni en grupos de Iglesia. Incluso hay que decir que cuanto más nos acercamos a los “insiders”, sacerdotes, consagrados, cristianos comprometidos, agentes pastorales…, más crece esta ignorancia, cuando no se convierte en un fastidio o una alergia. ¿Qué necesidad hay de creer en estas apariciones? ¿Qué necesidad hay de hacer una peregrinación hasta allí? Y lo dicen con tanta convicción y presunción que a veces te hacen dudar de si te estás equivocando o de si eres un cristiano débil que necesita de estas “cosas extraordinarias y milagrosas” para mantener la fe.
Seguramente las mismas dudas las habríais tenido incluso vosotros! Y ahora reflexionemos juntos y partamos de las palabras que María dice siempre: “Gracias por haber respondido a mi llamada”.
He aquí la primera luz: para escuchar y entender a la Reina de la Paz que nos habla en Medjugorje, para ir hasta allí, en mitad de los montes de un pueblo pobre y maltratado por la guerra y las divisiones étnicas, se necesita ser llamado. Seré simple, débil en mi fe, pero me siento llamado; seguramente la Beata Virgen María me llama precisamente porque ve mi debilidad. Esto me ayuda a no creerme un privilegiado y me aleja de la tentación de juzgar a los demás como si ellos no fueran llamados… Todos son llamados por el Señor y la Virgen María, a pesar de que el misterio sigue siendo que “muchos son los llamados, y pocos los escogidos” (Mt 22,14).
Otra luz me viene de un mensaje que leí hace poco, el del 25 de agosto de 1991: “queridos hijos, deseo salvar a todas las almas y presentárselas a Dios. Por eso recemos para que todo esto que he iniciado se realice plenamente. Gracias por haber respondido a mi llamada”. Estas palabras me resultan esclarecedoras porque disipan cualquier duda acerca de que escuchar los mensajes dados por la Virgen en Medjugorje son un refugio, una búsqueda de seguridad, una garantía de salvación, angustiados por algún sentimiento de culpa o aterrados por todo lo que sucede a nuestro alrededor. Pero Nuestra Señora habla de “todas las almas” y se abre un horizonte espiritual que vence cualquier intimidad y nos anima a abrazar a todo el mundo.
Ahora nos preguntamos también: pero “salvar las almas y presentarlas a Dios” ¿no es la única y esencial razón por la que Él mismo ha enviado a su Hijo al mundo? Y ¿no es seguramente “por nosotros los hombres y por nuestra salvación” que Jesús “bajó del Cielo”, “padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos y al tercer día resucitó”? Esto es el “Credo”, estamos en el centro de nuestra fe. Y ¿no es para salvar almas que tenemos un Papa, unos Obispos, sacerdotes, iglesias, oratorios, sacramentos, parroquias, planes pastorales, etc., etc.? Y ¿no es la obligación de todos, pastores y laicos “salvar almas”, evangelizar y dar testimonio de nuestra fe con obras?
Nuestra Señora, estrella de la nueva evangelización, lo sabe y por eso se ha puesto manos a la obra. Ahora se entiende el porqué de tantos cuidados maternales por parte de la Virgen María. Ella se preocupa realmente de nuestras almas y de las de nuestros hermanos. Ella desea salvarnos a todos porque nos ama a todos con el corazón de Dios y por eso nos pide nuestras oraciones unidas a las suyas. Muchas veces Nuestra Señora nos ha dicho: “Orad…”; aquí dice: “oremos, para que todo esto que he iniciado se realice plenamente”.
Aquí tocamos otro misterio: ¿cuándo se realizará plenamente esto? Es la misma pregunta que Jesús ha dejado sin respuesta: ¿cuándo vendrá el reino de Dios? Nadie lo sabe, excepto el Padre. Hasta ese momento, el bien y el mal se mezclarán en el mundo, en la Iglesia, en nuestras comunidades, en nosotros mismos. Dios seguirá sembrando el grano bueno y el Enemigo, el diablo, esparcirá la cizaña. Por eso no nos escandalizamos por el rechazo de tanta gente frente a la Verdad; por eso continuamos confiando en que Dios, también a través de los mensajes y la oración de la Virgen, se preocupa de la salvación de todos, buenos y malos, incluso de aquellos que realmente parecen no tener límite al cometer el mal, aquellos que la gente quisiera ver muertos o son malditos.
Como se puede observar estamos en el corazón de la misión de la Iglesia, en la pastoral; y entonces, ¿cómo se puede decir: “no me interesa”? Sabemos que el Santo Padre y los Obispos todavía no pueden comprometer su autoridad y su magisterio sobre todo lo que está sucediendo en Medjugorje, pero para todos los demás, que son libres de creer y venir, ¿qué sentido tiene tanta superficialidad, tanto miedo y a veces el boicot?
El proyecto de Dios para todo el mundo es maravilloso y se realizará plenamente: Nuestra Señora es la encargada de llevarlo a cabo. Este proyecto verá cielos nuevos y tiempos nuevos; es un proyecto que requiere toda nuestra atención y colaboración. Si María se toma tan en serio este tema, quiere decir que su situación e importancia son vitales; no es un juego ni algo momentáneo, sino la salvación eterna o la condenación eterna de muchos de nuestros hermanos y de nosotros mismos.
Entonces no es inútil escuchar y vivir los mensajes que vienen de Medjugorje, incluso es apropiado decirle a María Santísima, con todo el corazón y con todo el agradecimiento: “¡Gracias por haberme llamado!” Esto es lo que comprendió un médico santo, afectado por una enfermedad incurable, que acompañé a Medjugorje un mes antes de morir. Podía tener un montón de razones para no venir, pero quiso hacer este último gesto convencido de una cosa: “si Nuestra Señora se molesta en venir desde el Cielo hasta nosotros y por tanto tiempo, debe haber un motivo serio; quizá ve la humanidad en un grave peligro por lo que es justo que haya alguien que la espere y la escuche”.
P. Nicolino Mori
Fuente: https://medjugorjetuttiigiorni.blogspot.it
Traducción del italiano a cargo del equipo de www.virgendemedjugorje.org