Cuando empezaron a sucederse las apariciones en Medjugorje, la vidente Mirjana Dragicevic, que tenía entonces 16 años, estudiaba en el mejor instituto de Sarajevo y vivía muy feliz con su familia. De la noche a la mañana su vida se vio reemplazada por una ristra de amenazas e interrogatorios.”Siempre he querido preguntar a los que me consideraban una mentirosa: ¿Por qué debería mentir? ¿Qué ganaría mintiendo?” Se pregunta la vidente en su nuevo libro.
Expulsada del instituto, perseguida, amenazada e interrogada diariamente. Para Mirjana Dragicevic esta fue la recompensa recibida por ser una vidente de la Virgen María.
30 años más tarde Mirjana cuenta las persecuciones que sufrió en el nuevo libro escrito por autor local KresimirSego, “Una conversación con las Videntes”. Revelando al detalle como la vida que conocía se diluía por momentos, Mirjana se dirige a aquellos que la consideran una mentirosa: ” En un principio me dolió que hubiese gente que no nos creyera y que sostuviesen que nos lo habíamos inventado todo. Ahora ya lo he superado pero me sigue apenando que haya gente que aun piense igual, que continuamente se pregunten si es o no verdad, mientras que Nuestra Señora nos tiende su mano para guiarnos hacia la salvación. ¿Por qué perdéis el tiempo?” comenta Mirjana.
“Yo también me preguntaba: ¿Por qué debería inventarme esta mentira? Si estuviera mintiendo me convertiría en una persona anormal. Incluso bajo el régimen comunista los doctores constataron que éramos normales. Tenía la vida que quería tener, viví con mis padres como hija única durante 9 años, y ellos me apoyaban, me querían. ¿Por qué querría dar un giro a mi vida y sumirme en la agonía, la ansiedad y el dolor? ¿Por qué? En mi opinión solo una persona anormal sería capaz de esto.”
“Ahora es diferente, el comunismo ya no dirige el país. Ahora soy feliz siendo una vidente, pero antes… ¿Por qué querría alguien hacer eso? ¿Qué ganaría mintiendo?” Lo que ganó, también se lo explica a KresimirSego.
Mientras que las otras videntes vivían en Medjugorje, en 1981 Mirjana vivía con sus padres y su hermano en Sarajevo, actual capital de Bosnia y Herzegovina. En aquella época se encontraba bajo el régimen comunista:
“Era más fácil aquí, en Medjugorje, pues era una única nación donde además toda la población era católica. Yo, en cambio, estaba sola. Antes de que se dieran las apariciones yo asistía al típico instituto. Era considerado el mejor de Sarajevo. Tan pronto como volví al instituto, tras mi estancia en Medjugorje, fui expulsada de este, hecho que se vio acompañado de palabras injuriosas contra mi persona.” Le comenta Mirjana a KresimirSego.
“Mi padre consiguió cambiarme de instituto pero en la clase a la que iba se encontraban todos los estudiantes que habían sido expulsados de los otros cinco centros en Sarajevo. Puedes imaginarte como me sentí; en los periódicos publicaban artículos horribles sobre mí. Un día leí que yo era la nieta de un criminal de guerra y que Nuestra Señora era una invención de los nacionalistas.”
Amenazada e interrogada.
Las autoridades comunistas no le dejaban respirar, en un intento de que se viniera abajo y confesara:
“Cada día era retenida por oficiales que me interrogaban sin descanso. Me pidieron que escribiera y firmara una declaración reconociendo que Fr. Jozo, el párroco de Medjugorje cuando se dio la primera aparición, se lo había inventado todo.” Reconoce Mirjana.
“Estaba convencida de que debía decir la verdad así que les dije que no conocía a Fr. Jozo, pues él empezó a ser el párroco de Medjugorje a finales de 1980 y cuando yo fui a Medjugorje, en junio de 1981, él estaba de viaje en Zagreb.”
“Les insistí en que no conocía a Fr. Jozo, pero continuaron amenazándome e interrogándome. Fue vergonzoso para mí llevar una nota al instituto, conforme tenía que ausentarme para un interrogatorio, como si fuera una reconocida criminal.” Cuenta Mirjana.
En los primeros días de las apariciones Mirjana intentó pasar más días en Medjugorje donde se encontraba de vacaciones cuando empezaron las apariciones. Pero fue repatriada repetidas veces a Sarajevo:
“Yo venía pero la policía continuaba llevándome de vuelta a Sarajevo. Recuerdo un suceso horrible. En una de estas ocasiones me maldijeron, amenazaron e insultaron. Cuando llegué a casa le dije a mi madre-Mama, si supieras lo que me han hecho pasar…-Mi madre me miró a la cara para mantener la calma y no hablar, porque ambas sabíamos podría haber sido aún peor” dice Mirjana.
Ayuda de sus padres y de lugares insospechados
En medio de todas estas acusaciones e interrogatorios Mirjana se vio respaldada firmemente por sus padres. Ellos se mantuvieron siempre a su lado:
“Me daban pena todos aquellos que me amenazaban e interrogaban. Pero, mientras me encontraba en esa situación mis padres fueron de gran ayuda. Me insistieron en que fuera persistente en la verdad, que ellos me apoyarían y que Dios nos ayudaría. Y así fue. “confiesa Mirjana.
“A pesar de eso, no fui la única que tuve problemas. Además, mis problemas me importaban bien poco pues no paraba de pensar en que estaba viendo a Nuestra Señora y así es como se supone que debe ser todo. Esto me confortaba pero era difícil de soportar como sufrían y lloraban mis padres y mi hermano.”
“Mis padres fueron perseguidos y les amenazaron con echarles del trabajo, pero Dios nos ayudó a superar todo esto. Yo veía la mano de Dios en todo esto. Puerta que pensaba nunca se abrirían se abrieron de repente. Cuando pensaba que estaba sola me daba cuenta de que siempre había alguien dispuesto a ayudarme. En esto vi como la Madre de Dios actuaba a través de las personas.
Fuente: www.medjugorjetoday.tv
De Jakob Marschner, 14 de octubre de 2011
Traducción del inglés a cargo del equipo de www.virgendemedjugorje.org